Lo siguiente es un esbozo de una historia sobre un mundo inventado que escribo a veces. Pretende ser una especie de pasaje religioso sobre la creación de ese mundo, al que llamo Leva. Sería por tanto una especie de "Génesis".
Cuentan los ancianos que los hombres, centauros, ninfas, dragones, trasgos enanos, gigantes y otras muchas criaturas vivían arriba, en las estrellas, moviéndose de unas a otras por puentes que las unían.
Pero entre los hombres, como siempre sucede entre los hombres, algunos conspiraron por someter al resto. Para ello inventaron potentes armas con las que destruir los puentes entre las estrellas. Así, pretendían subyugar al resto de criaturas, el resto de hombres incluidos, amenazándoles con el aislamiento.
Las demás criaturas ofrecieron resistencia. Entonces, como siempre sucede entre los hombres, alguien se puso nervioso. Usó el arma, y derribó el primer puente.
Y el cielo estalló. Los puentes eran un todo frágil y al romper el primero el resto empezaron a desmoronarse. Y todas las criaturas comenzaron a caer sobre Leva, también los hombres. Sólo algunos hombres llegaron a tiempo de guarecerse en las estrellas, donde permanecerán para siempre, hasta después de que Leva se acabe. Tal fue el deseo de los hombres.
Bueno, es la primera vez que publico algo, a ver qué tal.
Monday 23 October 2006
Thursday 5 October 2006
Preferencias
Ayer hubo dos alarmas de incendios en mi edificio. La causa: tostadas quemadas del edificio de al lado. Sí, no sé por qué nos desalojan si no es nuestro edificio, pero lo hicieron.
A la hora de salir en la primera, decidí que por si acaso mejor me llevaba algo, que nunca sabes lo que va a pasar. Decidí coger el abrigo por si hacía frío, las llaves y los apuntes por si se hacía mu largo ponerme a estudiar. Y los peluches. Sí amiguitos, antes de coger el ordenador, cogí los peluches. No me di cuenta hasta que estaba abajo. Puede que sea porque el ordenador está asegurado y los peluches no, pero creo que esto significa definitivamente que mi interés por la informática está por los suelos.
Con la segunda también cogí los peluches, pero esta vez porque lo había hecho la primera y porque sabía que iba a ser también una falsa alarma. Me pregunto cuántas más habrá. El curso pasado hubo más de 700 en todo el campus, a dos por día. Je, ayer tuvimos las dos nosotros. A ver cuando es la siguiente.
A la hora de salir en la primera, decidí que por si acaso mejor me llevaba algo, que nunca sabes lo que va a pasar. Decidí coger el abrigo por si hacía frío, las llaves y los apuntes por si se hacía mu largo ponerme a estudiar. Y los peluches. Sí amiguitos, antes de coger el ordenador, cogí los peluches. No me di cuenta hasta que estaba abajo. Puede que sea porque el ordenador está asegurado y los peluches no, pero creo que esto significa definitivamente que mi interés por la informática está por los suelos.
Con la segunda también cogí los peluches, pero esta vez porque lo había hecho la primera y porque sabía que iba a ser también una falsa alarma. Me pregunto cuántas más habrá. El curso pasado hubo más de 700 en todo el campus, a dos por día. Je, ayer tuvimos las dos nosotros. A ver cuando es la siguiente.
Sunday 1 October 2006
Primera semana en Sussex
Este post está basado en un e-mail que he mandado a mis amigos. Básicamente es lo mismo, salvando algunas modificaciones para que tenga menos formato de carta. Así que habrá algunos que veais dos veces lo mismo, pero es que me parecía un poco ridículo escribir dos veces lo mismo con distintas palabras.
Ya llevo aquí una semana y pensé en escribir como me va, y qué es lo que he apreciado de los jóvenes universitarios ingleses y de su cultura.
El avión salió muy tarde pero a pesar de eso, sólo llegué al aereopuerto con media hora de retraso, debió de meter el turbo. Sin muchas dificultades encontré el tren que me llevaba a la universidad. Al llegar allí habia un comité de bienvenida (no para mí, para todos los que llegaban en tren) que te acercaban en autobús gratis a la residencia. Esto fue una agradable sorpresa que ha venido a ser el espíritu de toda la semana Freshers (para nuevos, justo antes de empezar las clases). La universidad paga a alumnos de 2º o 3er curso para que te hagan sentir como en casa, resuelvan tus dudas y preparen eventos y fiestas para entretenerte. Esto no sólo para Erasmus sino para todos los que no han estado nunca en la Universidad de Sussex.
La casa es perfecta. El cuarto es más grande que el mío en Madrid y tiene 3 metros cuadrados de pared para poner posters (jeje, ya los he decorado como un barco pirata). El baño está en mi propio cuarto, con lo cuál no tengo que hacer esperar a nadie por las mañanas. La cocina es enorme también, comparada con la mía y el salón es algo reducido pero suficiente para los que somos.
Vivo con 5 personas más, un chico y cuatro chicas. Una de las chicas es polaca (parece que siempre que comparta piso va a haber un polaco) y el resto ingleses. Los ingleses al principio se comportan de manera distante. Esto es especialmente significativo cuando te presentan a una chica. Creo que nunca le había dado antes la mano a una chica en vez de dos besos, pero es lo normal aquí. De todos modos una vez quedas más de dos veces con una persona, y siempre dependiendo de como te lleves con ella y cómo de abierta sea, la relación pasa a ser similar como las que pueda haber en España.
La mayoría de la gente que está en las residencias está en su primer año de universidad (el resto tiene que buscarse pisos compartidos), salvando a los Consejeros de Residencia (estudiantes que median si hay problemas entre compañeros de piso) y los estudiantes de intercambio (Erasmus o no) como yo y la polaca. Practicamente la totalidad de los estudiantes vive en residencias, lejos de sus familias y amigos, y dado que no se conocían entre ellos ha sido bastante fácil integrarse. Al ser todos estudiantes de primer año tienen unos 18 o 19 años (para algunos estudiantes es tradición tomarse un año libre después del bachillerato para viajar y madurar). Sin embargo, dado que saben que van a tener que vivir solos se les ve más maduros que al español medio de esas edades, o al menos más desenvueltos. Además, aquí las residencias no tienen comedores, por lo que cada uno tiene que hacerse su propia comida.
Mi residencia es una de las mejores del campus, y también una de las más caras. Es por esto que la mayoría de los estudiantes tienen un nivel de vida superior al mío que se nota a la hora de salir de fiesta. Aquí las bebidas son igual de caras que en Madrid capital, lo cuál no impide que a todas las fiestas que hemos ido esta semana muchos acabasen bastante borrachos, muestra de que tienen bastante dinero para gastar. La sangría de dinero se nota en el caso de los erasmus en todo lo que hemos tenido que comprar para vivir, desde sábanas a cazuelas, comida, útiles de limpieza, seguro contra robo, perchas, teléfono móvil... En general lo normal es que el primer día tus padres vengan contigo y se traigan el coche lleno de todos los objetos que necesitas para subsistir, pero en una maleta esto no es posible, por lo que he tenido que comprar casi todo. Por cierto, el primer día con todos los padres aquí me sentía un poco como Peter Pan.
Administrativamente todo es más sencillo y menos burocrático, te matriculas de los cursos que quieres sin pedir permiso a nadie y automáticamente te salen en un horario online que cada estudiante tiene para cada semana, lo que facilita el trabajo.
La dedicación a los estudios es aquí mucho menor. Tengo 17 horas de clase semanales, que es una pasada para lo que es habitual. La mayoría de estudiantes no pasa de las 12 horas semanales, y la media son 10. Esto es porque nadie espera que uno esté dedicado a tiempo completo al curso, como podría suceder en España, que si quieres aprobar todo en junio de pongamos una ingeniería, puedes olvidarte de tener otros divertimentos. Aquí es distinto, el miércoles por la tarde no hay clases para nadie para que se puedan practicar deportes, por ejemplo. Por tanto, cosas como vivir para tu carrera (mi hermano tiene 35 horas de clase semanales) es algo totalmente fuera de lugar aquí.
Hay cerca de cien sociedades universitarias de los más diversos temas, desde tiro con arco, pasando por buceo y otros deportes aún más extraños, a asociaciones políticas, sociales, musicales, artísticas, literarias, de artes marciales, religiosas... de todo lo que a uno se le pueda ocurrir. Jeje, sorprendentemente no hay ningún grupo scout. El tiempo libre con el que disponen también se nota en que la mayoría de ellos trabajan a la vez que estudian. Incluso me he planteado hacerlo en el segundo y tercer trimestre cuando tendré cuatro y una asignatura respectivamente en vez de las seis del primer trimestre (jeje, también me he planteado meterme en la sociedad de arqueros). El tema de notas no me preocupa, la mayoría de la gente que ha venido aquí de Erasmus ha aprobado todas las asignaturas en junio, incluso cuando nunca lo hacían en Madrid.
A la hora de salir aquí todos los pubs son iguales. Ponen música de todo tipo y no se ven las separaciones radicales que verías en Madrid entre punkies, heavies, bakalas, pijos... La gente va más a su bola a nivel de vestimenta y gustos, sin unirse en tribus urbanas, y en general son todos bastante "fashion" (como Green Day, Blink 182 o The Clash), nada de melenas y chupas de cuero :D.
Esto es un poco todo. No sé si habrá aburrido mucho, pero tampoco quería hablar mucho de mí, pues aparte de fiestas, hablar con profesores e ir a charlas introductorias sobre distintos aspectos de la vida universitaria no he hecho mucho.
A pesar de todo, hecho de menos a mi gente, especialmente en las tardes lluviosas de fin de semana, cuando no hay mucho que hacer y todos están algo melancólicos. Pero también me lo estoy pasando bien y soy bastante feliz porque hay muchas más facilidades para vivir que en España.
Besos para todos.
Ya llevo aquí una semana y pensé en escribir como me va, y qué es lo que he apreciado de los jóvenes universitarios ingleses y de su cultura.
El avión salió muy tarde pero a pesar de eso, sólo llegué al aereopuerto con media hora de retraso, debió de meter el turbo. Sin muchas dificultades encontré el tren que me llevaba a la universidad. Al llegar allí habia un comité de bienvenida (no para mí, para todos los que llegaban en tren) que te acercaban en autobús gratis a la residencia. Esto fue una agradable sorpresa que ha venido a ser el espíritu de toda la semana Freshers (para nuevos, justo antes de empezar las clases). La universidad paga a alumnos de 2º o 3er curso para que te hagan sentir como en casa, resuelvan tus dudas y preparen eventos y fiestas para entretenerte. Esto no sólo para Erasmus sino para todos los que no han estado nunca en la Universidad de Sussex.
La casa es perfecta. El cuarto es más grande que el mío en Madrid y tiene 3 metros cuadrados de pared para poner posters (jeje, ya los he decorado como un barco pirata). El baño está en mi propio cuarto, con lo cuál no tengo que hacer esperar a nadie por las mañanas. La cocina es enorme también, comparada con la mía y el salón es algo reducido pero suficiente para los que somos.
Vivo con 5 personas más, un chico y cuatro chicas. Una de las chicas es polaca (parece que siempre que comparta piso va a haber un polaco) y el resto ingleses. Los ingleses al principio se comportan de manera distante. Esto es especialmente significativo cuando te presentan a una chica. Creo que nunca le había dado antes la mano a una chica en vez de dos besos, pero es lo normal aquí. De todos modos una vez quedas más de dos veces con una persona, y siempre dependiendo de como te lleves con ella y cómo de abierta sea, la relación pasa a ser similar como las que pueda haber en España.
La mayoría de la gente que está en las residencias está en su primer año de universidad (el resto tiene que buscarse pisos compartidos), salvando a los Consejeros de Residencia (estudiantes que median si hay problemas entre compañeros de piso) y los estudiantes de intercambio (Erasmus o no) como yo y la polaca. Practicamente la totalidad de los estudiantes vive en residencias, lejos de sus familias y amigos, y dado que no se conocían entre ellos ha sido bastante fácil integrarse. Al ser todos estudiantes de primer año tienen unos 18 o 19 años (para algunos estudiantes es tradición tomarse un año libre después del bachillerato para viajar y madurar). Sin embargo, dado que saben que van a tener que vivir solos se les ve más maduros que al español medio de esas edades, o al menos más desenvueltos. Además, aquí las residencias no tienen comedores, por lo que cada uno tiene que hacerse su propia comida.
Mi residencia es una de las mejores del campus, y también una de las más caras. Es por esto que la mayoría de los estudiantes tienen un nivel de vida superior al mío que se nota a la hora de salir de fiesta. Aquí las bebidas son igual de caras que en Madrid capital, lo cuál no impide que a todas las fiestas que hemos ido esta semana muchos acabasen bastante borrachos, muestra de que tienen bastante dinero para gastar. La sangría de dinero se nota en el caso de los erasmus en todo lo que hemos tenido que comprar para vivir, desde sábanas a cazuelas, comida, útiles de limpieza, seguro contra robo, perchas, teléfono móvil... En general lo normal es que el primer día tus padres vengan contigo y se traigan el coche lleno de todos los objetos que necesitas para subsistir, pero en una maleta esto no es posible, por lo que he tenido que comprar casi todo. Por cierto, el primer día con todos los padres aquí me sentía un poco como Peter Pan.
Administrativamente todo es más sencillo y menos burocrático, te matriculas de los cursos que quieres sin pedir permiso a nadie y automáticamente te salen en un horario online que cada estudiante tiene para cada semana, lo que facilita el trabajo.
La dedicación a los estudios es aquí mucho menor. Tengo 17 horas de clase semanales, que es una pasada para lo que es habitual. La mayoría de estudiantes no pasa de las 12 horas semanales, y la media son 10. Esto es porque nadie espera que uno esté dedicado a tiempo completo al curso, como podría suceder en España, que si quieres aprobar todo en junio de pongamos una ingeniería, puedes olvidarte de tener otros divertimentos. Aquí es distinto, el miércoles por la tarde no hay clases para nadie para que se puedan practicar deportes, por ejemplo. Por tanto, cosas como vivir para tu carrera (mi hermano tiene 35 horas de clase semanales) es algo totalmente fuera de lugar aquí.
Hay cerca de cien sociedades universitarias de los más diversos temas, desde tiro con arco, pasando por buceo y otros deportes aún más extraños, a asociaciones políticas, sociales, musicales, artísticas, literarias, de artes marciales, religiosas... de todo lo que a uno se le pueda ocurrir. Jeje, sorprendentemente no hay ningún grupo scout. El tiempo libre con el que disponen también se nota en que la mayoría de ellos trabajan a la vez que estudian. Incluso me he planteado hacerlo en el segundo y tercer trimestre cuando tendré cuatro y una asignatura respectivamente en vez de las seis del primer trimestre (jeje, también me he planteado meterme en la sociedad de arqueros). El tema de notas no me preocupa, la mayoría de la gente que ha venido aquí de Erasmus ha aprobado todas las asignaturas en junio, incluso cuando nunca lo hacían en Madrid.
A la hora de salir aquí todos los pubs son iguales. Ponen música de todo tipo y no se ven las separaciones radicales que verías en Madrid entre punkies, heavies, bakalas, pijos... La gente va más a su bola a nivel de vestimenta y gustos, sin unirse en tribus urbanas, y en general son todos bastante "fashion" (como Green Day, Blink 182 o The Clash), nada de melenas y chupas de cuero :D.
Esto es un poco todo. No sé si habrá aburrido mucho, pero tampoco quería hablar mucho de mí, pues aparte de fiestas, hablar con profesores e ir a charlas introductorias sobre distintos aspectos de la vida universitaria no he hecho mucho.
A pesar de todo, hecho de menos a mi gente, especialmente en las tardes lluviosas de fin de semana, cuando no hay mucho que hacer y todos están algo melancólicos. Pero también me lo estoy pasando bien y soy bastante feliz porque hay muchas más facilidades para vivir que en España.
Besos para todos.
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