Wednesday 22 November 2006

Novedades desde el 1 de Octubre

Esta entrada está basada en un mail que he mandado a mis amigos, relatando el último mes y medio en Sussex (desde el 1 de Octubre). Lo he modificado ligeramente para no hacerlo tan personal, pero es más o menos lo mismo.

Las clases
Después de la famosa semana "Freshers" (novatos) empezaron las clases. Al principio todo iba muy bien. Se supone que yo tengo 18 horas de clase de las que sólo voy a 12 porque 6 me coinciden en el tiempo con otras. Vale, relajado, en la UAM tengo 25 y mi hermano en la politécnica creo que alguna semana pasa por las 35 (como un trabajo en Francia, vamos). Eso sí, tengo 6 cursos este trimestre. Normalmente la gente aquí tiene 4 y no más de 12 horas de clase (una de mis compañeras de piso tiene 6). Además, las clases empezaron siendo muy fáciles porque todo lo que dieron durante las dos primeras semanas (o quizá 3, no estoy seguro) lo había dado antes en Madrid (menos en Ecuaciones en Derivadas Parciales, que desde el principio me ha sobrepasado). Así que todo muy bien.
Eso sí, luego empezaron a complicarse todas a la vez en torno a la cuarta semana y ahora estoy hasta arriba de trabajo y totalmente atrasado en 3 asignaturas. Afortunadamente no tengo los exámenes hasta mayo así que en navidades me pondré al día porque en enero tengo asignaturas distintas.
De todos modos no me encuentro nada agobiado por las asignaturas como lo estoy normalmente en madrid. Tal vez será porque la carga es fundamentalmente teórica.

Las fiestas Erasmus
El orgasmus es un mito. Las fiestas Erasmus no lo son. Son total y absolutamente como se dice en Madrid. Hasta la tercera semana en Sussex (segunda de clase), salía y quedaba con los ingleses de mi edificio, pero no sé si por ser extranjero (increíble, en España le prestaríamos un huevo de atención a un extranjero, aquí no), porque me costaba soltarme en inglés, por diferencias culturales o porque soy más mayor que ellos (ellos tienen 18 o 19 años, yo desde ayer 21), pasaban algo de mí y a veces me encontraba de pegote. Entonces empecé a quedar con otros Erasmus con los que había coincidido en algún acto de la universidad. Así, conocí a un grupo de alemanes, al famoso grupo de españoles, a algún francés y a bastantes italianas. También algún griego. Es curioso, pero los alemanes y los españoles prefieren salir entre ellos, lo que hace que sea un poco ghetto. Por ese motivo procuré no salir con españoles los primeros días como me recomendó Manuela, porque al fin y al cabo me los iba a encontrar antes o después.
Pero me estoy desviando del tema principal que son las fiestas Erasmus. A partir de la semana cuarta, empezaron a invitarme a fiestas internacionales en casas o residencias. Estas fiestas se caracterizan porque "nadie conoce a nadie". O a casi nadie. La cosa es más o menos la siguiente: un amigo te dice que un amigo de un amigo ha oído en un bar que en Kings Road hay una fiesta internacional. Con lo cual tú vas al super compras tu botella de lo que quieras/puedas, y te vas a la fiesta o si tienes mucho morro vas de gorrón sin comprar nada. Allí en la fiesta conoces a mucha gente, te intercambias el móvil con alguno, y la semana que viene a lo mejor quedas con él para otra fiesta. La semana que viene, o en 16 horas, porque a lo mejor uno de los que te han conocido tiene un vecino que tiene otra fiesta y ¡a hacer más amigos! Vida Erasmus, total. Algún día te tocará a ti montar la fiesta en casa, y entonces invitarás a toda esa gente, esa gente invitará a más gente y así te verás en casa con 70 personas de las cuáles conoces al 80%, te conoce el 90%, y hay un 10% que ha oído "fiesta" y se ha apuntado. Esto está muy bien porque te permite conocer a un montón de gente muy rápido y analizar pronto quienes se llevan bien contigo y quienes no. En estas fiestas corre el alcohol y, no es mi caso, pero muchos otros se emborrachan y se ponen a dar su número a diestro y siniestro y dependiendo de lo majos que sean (desde un punto de vista sexual o no) al día siguiente pueden lloverles los mensajes, iniciándose bonitas relaciones (sexuales o no) si los contestan. Si no te contestan, o te los mandan a ti y no contestas o contestas con largas, es que no ha habido feeling, y toca seguir buscando. Así, en estas fiestas me he hecho un grupo de amigos fundamentalmente compuesto por cuatro italianas, una inglesa, un inglés, un chileno, unos 5 o 6 españoles/as, un catalán (no es español, dice :D), muchos alemanes/as (tantos que ni siquiera recuerdo los nombres de algunos, para esto está bien cogerles el móvil, ayuda a recordar el nombre), dos polacas, muchos franceses/as y un italiano (que por cierto, si no me hubiera cambiado de POO a Neurocomputación hubiera sido mi profesor de prácticas). Por supuesto no sales con todos, ni quedas con todos, pero te los encuentras de manera natural, en especial en fiestas, la comunicación fluye de una manera parecida a las redes neuronales.
De todos modos, con los ingleses de mi edificio me sigo viendo, pero ya no dependo tanto de ellos, por lo que la relación es más normal.
El estilo de vida de fiesta contínua me duró sin embargo dos semanas, porque el curso se empezó a poner duro y, como decían en el Worms "se terminó la fiesta" y empecé a salir fundamentalmente fines de semana o para eventos especiales como Halloween o cumpleaños de alguna amiga (Mel, mi compañera de piso).

Los viajes
Una vez ya tienes un grupo de amigos internacionales, los intereses coinciden, especialmente el de viajar y hacer turismo, que para eso nos hemos ido todos a otro país. Ahí empezaron los viajes o la planificación de los mismos, ya que de momento no he ido a muchos sitios. Al día siguiente de conocer a una de las italianas, el 20 de octubre, nos fuimos a ver unos acantilados muy bonitos (se parece a la Comarca, todo verde), que hay cerca de Brighton. Estuvo bastante bien y por la noche tuvimos una fiesta en una residencia judía que me tiró muchos clichés que tenía sobre ellos (por ejemplo, que no bebían, allí corría el alcohol entre ellos como si fuera agua).
Pero me desvío del tema, los viajes. El 4 de Noviembre fuimos a Lewes por la mañana. Lewes es un pueblo cercano a Brighton (una parada de tren desde la universidad), que es famoso por su día de Bonfire (cuando queman a Guy Fawkes y al Papa), el 5 de noviembre. En realidad lo hicieron el 4 porque caía en sábado. Por la mañana fuimos a hacer turismo por allí (bueno, mañana mediterranea, a las 12), y por la tarde-noche vimos el bonfire, que ya contaré más adelante.
El fin de semana de mi cumpleaños fui a Londres con Diana, y tengo planificados dos más. Uno a Londres con españoles e italianos, y otro probablemente a Escocia o Berlín, todavía no sé muy bien con quién.

Las fiestas populares inglesas
El 31 de Octubre, martes, fue Halloween. Me disfracé de Sandman (el de Gaiman, muy poca gente entendió el disfraz) y nos fuimos al mejor lugar en el que se puede pasar una noche de Halloween ¿cual? Pues cual va a ser, un club heavy. Allí la gente iba muy disfrazada. Fuimos cinco españoles (Paloma, Carlos, Pol (el catalán), Silvia y yo), 5 italianas (Olivia, Elena, un amigo suyo que estaba de visita, Bárbara y una amiga suya) y una inglesa (Alana). Fue bastante genial, aunque la fiesta se acabó a las 2. Estuve un rato en casa de Olivia y Elena y luego para la mía a dormir. Al día siguiente Paloma y yo dimos un paseo por la zona de alrededor de la universidad porque es muy verde y está llena de caminos escondidos.
Sobre Halloween debo decir que la gente lo vive. Una gran cantidad de gente va disfrazada (como ir a Plasencia en carnavales), y todos los pubs y clubs tienen sus fiestas, la mayoría pagando entrada (la mía no :D).
El 4 de Noviembre fuimos a Lewes para el Bonfire. Esto es una fiesta que conmemora el intento de quema del Parlamento por Guy Fawkes, un católico fundamentalista en el siglo XVII que quería instaurar una monarquía absolutista y católica (lo recordareis de la intro de V de Vendetta, los que la hayais visto). Le pillaron antes de empezar y le enchironaron o mataron, no lo recuerdo bien. El caso es que todos los 5 de noviembre se queman muchecos de Guy Fawkes y en Lewes, también del Papa. Pero en Lewes lo montan a lo grande. Hay unas seis sociedades de bonfire que se disfrazan y desfilan con antorchas (de noche, en la calle hace calor cuando están desfilando, para que os hagais una idea de cuantos son, unos 1000), y con carrozas que contienen los muchecos que luego quemarán (este año quemaron también uno de Condolezza Rice). Luego está la quema que en la mayoría de los lugares es de pago (7,5 euros, lo cual es una pasta) y fuegos artficiales. Yo fui a una gratis, donde montaron un fuego de unos 20 metros de altura a base de palés. Si estabas muy cerca (estaba vallado), no podías mirarlo del calor que desprendía. Luego nos volvimos pronto a casa, porque el tren se acaba a las 12, pero se montan largas colas a partir de las 11.20 y te puedes quedar sin coger el tren (hay 5 millas a pata de noche hasta la universidad) y no va a haber fiesta hasta las 6 que empiece el tren.

Conciertos
En este tiempo he ido a dos conciertos más o menos serios. Digo esto, porque Brighton es una ciudad de estudiantes, que normalmente son aquellos que tienen más tiempo y ganas para intentar formar bandas o por lo menos pasar un buen rato, por lo que la ciudad está llena de músicos que tocan en cualquier bar, normalmente gratis, con mayor o menor habilidad, cada día de la semana.
El primer concierto fue en el club heavy en el que fue Halloween, una semana antes de Halloween. El grupo se llamaba Rattle Snake Remedy y creo que acaban de sacar aquí un disco en grandes almacenes y todo. Música rock, punk-rock, de corte británico (parecido a The Clash). El cantante bastante chulo y enzarpado. Me gustaron más los teloneros, que eran una banda local, cuyo nombre no recuerdo que tocaban heavy-metal melódico.
El segundo concierto fue de Cradle of Filth, un grupo bastante famoso, en España también (bueno, famoso dentro de la música metal). Tocan death-metal y black-metal. Fui con Barbara y me gustó más que sus discos, impresionante. Vestidos como si estuvieran muertos (el guitarrista se parecía al mayordomo de la familia Addams), tuvieron una puesta en escena impresionante. Costó 15 libras, reserva incluida (unos 23 euros, menos que lo que costaría en España). Realmente valió la pena porque, además, aunque en Brighton haya muchos conciertos de heavy o de celta, que es lo que más me gusta a mí, no hay muchos.

La fiesta de cumpleaños
Bueno, pues llegamos ya por fin a la fiesta de cumpleaños. Se suponía que Diana iba a venir a verme el jueves 16, iba a quedarse hasta el 18 conmigo en Londres. Ese sábado volveríamos a Sussex y veríamos un poco Brighton y haríamos una fiesta de cumpleaños en mi casa. Sin embargo el domingo se puso mala, y el martes me dijo que no venía, así que no preparé nada. No cancelé el albergue que habíamos reservado porque más dinero ya no podía perder.
El miércoles por la tarde me dijo que sí venía y ahí empezó la locura del fin de semana. Tuve que preparar todo (trayecto, lugares a visitar, billetes para transporte, comida, documentación, conseguir un macuto) además de prepararme un examen (que ya veremos como me salió) y una hoja de ejercicios. Esa noche (miércoles) dormí cuatro horas. El jueves, después del examen, preparé todo en casa (fiesta del sábado incluida, llamando a 40 personas) y me fui corriendo para el aereopuerto de Luton (casi pierdo el autobús). Después de 5 horas llegué a Luton y a la media hora salió ella. Nos fuimos a Londres, a Baker St (sí, donde Sherlock Holmes) y allí cogimos un bus que ponía en la web de transportes de Londres que nos llevaba a nuestro destino en Bayswater (junto a Notting Hill) donde estaba el albergue. Mentira. Nos llevo a la otra punta de Londres y tuvimos que volver al sur en el mismo autobús. Salí de mi casa a las 6 de la tarde, diana llego a las 11 y llegamos al albergue a las 3.15 de la madrugada, cansados pero contentos. A la mañana siguiente nos levantamos a las 7.30 (bueno, ella que es vaga media hora más tarde :D) y nos fuimos a "ver Londres". Fue un palizón pero valió la pena. Vimos Trafalgar Sq, el cambio de guardia real, Scotland House, las casas del Parlamento, el Big Ben, Westminster Abbey, St Paul's Cathedral, el museo Británico y Picadilly Circus. Llegamos al hotel a las 10 y media, entre que cenamos, nospusimos a hablar y nos levantamos pronto al día siguiente volvimos a dormir cuatro horas. Vimos Hyde Park y Harrod's y nos cogimos el autobús de vuelta a Brighton.
Al llegar a Brighton dejamos mi macuto y su maleta en casa de Olivia y Elena para no tener que ir a la universidad y volver. Vimos el Royal Pavilion por fuera y rápido y nos fuimos a los Lanes, que son una calle de tiendas extrañas en Brighton. Diana compró cosas para llevar a España y nos fuimos a la universidad, recogiendo antes las maletas. Al llegar nos duchamos, preparamos la fiesta y luego empezó a venir gente. En total hubo 70 personas según los participantes y 40 según la policía. Y digo esto porque en un momento llegó un guardia de seguridad, entró como Pedro por su casa, llego hasta el ordenador, le pidió a David que bajara la música un poco y se volvió a ir. Y se supone que está prohibido tener fiestas :D. Vino gente de todo tipo, un 40% de ingleses, la mayoría de mi edificio, y un 60% de internacionales, de múltiples y variadas nacionalidades. Ved una descripción de las fiestas erasmus para haceros una idea. Falto gente que iba a venir y no vino, vino gente que no conocía... Lo típico. Me lo pasé muy bien. Me regalaron una camiseta de Spock, un llavero de darth vader de lego, un cono de tráfico, una red de voleyball (mis vecinos están pirados), una marioneta de un mono, un reloj (mami :D), mazapanes, polvorones, un montón de tarjetas y no sé si me dejo algo más, pero es posible. También me dejaron 5 paraguas aquí de los que sólo han recogido uno (¿alguien quiere un paraguas de Agatha Ruiz de la Prada?). Al día siguiente fuimos al aereopuerto y resulta que se había descarrilado un tren en Brighton por lo que tuvimos que dar una vuelta enorme y Diana no perdió el vuelo por 5 minutos, ya que llego 40 minutos antes de la salida.
Al volver casi no me tocó limpiar porque Mel había limpiado bastante. Sólo tuve que sacar el reciclaje y la basura. Balance: 66 latas de cerveza ( de las de 450 ml), 28 botellas de cristal (desde botellines hasta botellas de ron y vodka, pasando por vino) y 10 de plástico de dos litros. Haceos una idea de cuanta gente vino.
Una de las mejores sorpresas fue cuando llegué y me encontré el vídeo que me mandó la gente de Madrid. Me reí de lo lindo, y me hizo mucha ilusión.
Lo malo fue el domingo, hubo un descarrilamiento de un tren y todas las lineas estaban cortadas. Dimos una vuelta enorme para volver al aereopuerto y Diana pilló el avión por minutos (3, en concreto). Casi lo pierde.

Esto es un poco todo. En los próximos días me gustaría poner fotos de mis vecinos y de mis amigos, pero ahora estoy muy liado, así que habrá que esperar.

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